Si entre el #BlackFriday o la próxima campaña de Navidad no conoces a nadie que tenga un asistente de voz, tus amigos posiblemente sean luditas. El esfuerzo de marketing de Google o Amazon, la moda y la ya relativamten habitual presencia de Google Now o Siri, han impulsado la voz como interfaz digital. Es verad que todavía es minoritario y que su uso no está generalizado. También es cierto que (según me cuentan) no funcionan del todo bien. Además, posiblemente en muchas cosas todavía el teclado o la pantalla son mejores interfaces. Sin embargo, creo que esto ha llegado para quedarse, o al menos para experimentar. Así que en Analítica Pública, que somos amigos de probar, pero con cabeza, os decimos cinco cosas a tener en cuenta para aprovechar los asistentes de voz sin perder la cabeza.
Usar los que hay
Lo primero es lo primero. Hay muchos asistentes, agentes y herramientas para esto. Sin embargo hay tres o cuatro dominantes (Google, Alexa, Siri, quizá Cortana y seguro que alguno se me escapa). Nadie, o casi nadie se va a bajar el asistente de voz de la Administración General del Estado. Aviso, antes de que nos volvamos locos. Uno no se baja un asistente de voz para saber cómo va el fútbol. Usa el asistente que tiene para hacerlo.
Antes de desarrollar nada (por mucho que mole), y generalizarlo, optimiza lo que hay. Y lo que hay pasa por mejorar sustancialmente el SEO de tu web. Es decir, un asistente es un buscador muy espabilado que no da páginas de resultados. Si alguien dice «siri, paga el impuesto del coche» y resulta que el ayuntamiento tiene ranqueada por este término la página del concejal de movilidad, Siri se quedará confundida por muy lista que sea.
Usa un asistente de voz normal y mejora tu SEO para que el rank 0 (es decir, salir antes de que haya una pantalla) sea el bueno. Incluso si no llegas a eso, algo mejoraras tu web.
Generar nuevos para entornos específicos
Bueno, hay casos en los que sí que puedes usar o generar asistentes. Se trata de circunstancias y condiciones en las que el entorno está bien delimitado y el público está lo bastante fidelizado o extendido para usarlo con cierta frecuencia.
Si, por ejemplo, trabajas en un museo o si tienes una ciudad con un alto recorrido turístico, podría ser una opción. Imagínate un asistente de voz del Museo del Prado que te diga cómo llegar a ver las Meninas y le puedas preguntar por cuadros de cierta influencia. Eso si, en estos casos el desarrollo es relativamente caro tanto por educar la IA, como para crear o normalizar datos. Pero en ese caso si puedes planteártelo.
Usarlos para la gestión interna
Un tema que me parece extraordinariamente interesante es, precisamente, el uso para la gestión interna y de personal de un ayuntamiento o administración. Puede parecer una tontería, pero es un entorno específico, de público fidelizado y uso frecuente, en muchos casos con una normalización alta de información.
Imaginemos algo como preguntar los días que quedan de vacaciones, tramitar una baja o pedir un anticipo. Digo estos casos porque la gestión de recursos humanos está más o menos digitalizada de manera general. No puedo dejar de pensar en cosas smás avanzadas como, por ejemplo, solicitar reuniones, reservar salas o pedir equipamientos.
Hablamos mucho de automatizar y eliminar tareas monóntonas, pero hay muchas de estas tareas que sin automatizarse se podrían aligerar.
Entender lo que las personas buscan
Un elemento realmente interesante, más horizontal, es el uso de los asistentes para mejorar el conocimiento del lenguaje de los ciudadanos. Aunque no existe (de momento) un informe de resultados de búsqueda por voz en Analytics (por poner un ejemplo que conozco). Sin embargo, si que hay elementos para ver cuándo la gente está hablando.
Por ejemplo, uno suele escribir al buscador (sobre todo si tiene cierta edad) en indio, tipo «buscar vuelos baratos X». Cuando uno habla, avanza su nivel de español y dice «quiero un vuelo barato a X». Es decir, este término de búsqueda nos está diciendo como la persona habla, no como la persona piensa que les vamos a entender.
Ahora imaginemos que miramos en las búsquedas que han llegado de un ayuntamiento y te dicen que hay varías búsquedas de «cuando se paga la contribución» en lugar de «plazos pago IBI». Esto nos está dando pistas para que la administración hable «ciudadanés» en vez «administrativeño».
Simplificar procedimientos absurdos
Por último, se me ocurre que el asistente de voz es un buen simplificador de trámites. Cuando uno crea un formulario poner campos es (casi) gratis. Entonces, para la renovación del DNI tienes que poner el equipo expedidor. Seguramente hay una buena razón, aunque no nos han explicado.
Ahora pensemos que dices «asistente, pídeme cita para el DNI», te da opciones para hacerlo, eliges y… listo. Esto requiere un esfuerzo de simplificación y automatización enorme. ¿Por qué no intentar usarlo como banco de pruebas y diseño? Sería bien fácil saber si tenemos el SEO o el trámite bien hecho.
En resumen
La tecnología ofrece nuevas oportunidades, algunas cuajan y otras no. Que se lo digan a los que se abrieron cuenta en Second Life. Sin embargo, siempre da la oportunidad de repensar lo que hemos hecho hasta ahora. No sé si los asistentes cuajarán. A mi no me acaban de convencer (soy muy de teclado y creo que la cosa está verde). Pero creo que, si no nos lanzamos a hacer por hacer, podemos mejorar mucho. Así que os animo a pensar, probar y mirar. Seguro que más que antes de empezar sabréis.