Un tema más o menos recurrente en el tema de las webs públicas es «¿por qué cada página parece de su padre y de su madre?» Es una de las preguntas más frecuentes que me encuentro, sobre todo desde el lado de la ciudadanía. Esto es algo habitual en España y algo menos habitual en otros sitios en los que hay un diseño consistente o bien para un solo nivel de gobierno (Canadá, EEUU) o para diversos niveles (Dinamarca o Reino Unido). El caso es que las razones de por qué esto no es así son complicadas de entender, y sin embargo, la ganancia que supone un diseño compartido son enormes.
Así que, creo que voy a aprovechar la ocasión para explicar qué es un framework de diseño, para qué sirve y cómo sacarle el máximo provecho. Con un poco de suerte en la nueva Agencia de Administración Digital y esto deja de ser un problema.
De este tema hablé con Ricardo Tayar de Flat 101 en su podcast CRO Cafe, un podcast que os recomiendo mucho. Aquí teneis el episodio
Qué es un Framework de diseño
Un framework de diseño es, en términos generales, un conjunto de reglas y recursos comunes para afrontar tareas repetidas en el entorno web. Es decir, en términos más gráficos son piezas de lego y reglas de como usarlas para hacer cosas similares. Es decir, si con vas a construir con lego una nave de Star Wars y te vale la mismas piezas y estructuras para aplicarlas a distintos modelos, no tienes por qué preocuparte de pensar cómo hacerlo cada vez. Buscas en las instrucciones «como montar las alas» y aquí te viene explicado. Lógicamente a la tercera vez que tienes que montar alas, lo haces más rápido.
Lo interesante en términos de uso de un framework es que, aunque su definición está hecha de puertas adentro (normas de programación, líneas de código, instrucciones similares….) su resultado se plasma en el exterior:los botones están en el mismo sitio y son iguales, el texto se presenta igual, las imágenes tienen el mismo tamaño, etc.
Conviene señalar (gracias al comentario de Antonio J. Sánchez Padial en twitter) que hay que distinguir entre frameworks de desarrollo (que se centran en librerías y métodos para construir entornos web, como por ejemplo, Bootstrap) de los Frameworks de diseño. Estos segundo, que son de los que hablamos, se centran en la visualización y la disposición de las pantallas (colores, estructura, posiciones y demás). Esta distinción no quita que la propia convergencia de la tecnología haga que los frameworks de diseño, que son de los que hablamos, tengan un componente técnico importante a través de métodos y dinámicas de CSS y, en muchos casos, su integración con las capas de backend.
Esto es algo muy básico y, en realidad, cualquier proyecto web que no haces «a pelo» tiene un framework. Lo malo es que en las administraciones españolas solemos tener uno por cada organización (o casi). Es decir, dentro de la AGE, cada ministerio tiene la suya, las CCAA suelen tenerlos también, pero no siempre su sector público lo adapta. Cada ayuntamiento tiene también una web diferente. Esto tiene una cosa buena: si te gusta hacer safaris, en una tarde puedes ver tantos diseños como administraciones visites. Por el lado malo, hacer cualquier trámite en una administración que no conoces está lleno de la emoción de descubrir si funcionará y cómo lograr hacerlo.
En todo caso, si queréis una visión un poco más profunda y técnica de todo esto, en el blog de Gobierto tenemos un post estupendo con ejemplos y demás.
¿Para qué sirve un framework de diseño a las Administraciones Públicas?
La primera gran cuestión y que haría más inexplicable la ausencia de este framework común es saber qué aportaría a las Administraciones Públicas. Hay unos cuantos, pero por destacar diría que:
- Ahorra tiempo y dinero. Hay un número de veces óptimo para inventar la rueda: una vez. Las webs públicas repiten operaciones recurrentemente: rellenar formularios, identificarse, buscar información, activar un botón, etc. Todo esto se puede diseñar una vez y aplicarse en cada nueva página o necesidad, como nuestras piezas de lego
- Optimiza el desarrollo técnico: No todas las administraciones necesitan desarrolladores o diseñadores de altísimo nivel. Los concentras en el área de diseño del framework y el resto pueden aplicarlo con personas menos especializadas.
- Permite aprovechar experiencias compartidas: cuando se hace un trabajo de optimización de cualquier diseño, o aparece una técnica que puede mejorar su uso para un caso, se puede extrapolar al resto de portales y espacios. No es necesario que haya 25 administraciones viendo de qué manera mejorar los datos de acceso a su sede electrónica: lo vemos en uno y cuando lo conocemos, lo aplicamos a las demás
- Mejora la consistencia técnica. El tratamiento de errores se corrige en todas las aplicaciones del framework en el momento en el que se detecta y se corrige por primera vez.
- Permite una actualización más viva. Normalmente el software se actualiza por la experiencia de uso. Una herramienta poco usada encuentra pocas razones para abordar cambios. Del mismo modo, un entorno muy fragmentado tendrá diferentes grados de adaptación a un requisito. Por ejemplo, la accesibilidad web de diferentes administraciones da resultados muy diferenciados. Si surge una nueva regla y se aplica al framework, esta llega rápidamente a cada implantación.
En resumen, se trata de una solución más económica, segura y en la que se distribuye conocimiento.
¿Para qué sirve un framework de diseño para Administraciones Públicas a la ciudadanía?
La ciudadanía por su parte, tendría importantes beneficios de aplicarse de manera generalizada este modelo:
- Identificación sencilla. Una vez que entras en una web que comparte ese framework sabes que es de una administración. Esto puede parecer una tontería, pero hay veces que entras a webs de organismos públicos que no sabes si son de un ministerio o de una comunidad de propietarios. Esta identificación da cierta tranquilidad y, para que negarlo, reduce, aunque sea un poco, la posibilidad de engañar a personas no familiarizadas con las nuevas tecnologías.
- Entender y no memorizar. Un framework de diseño en su capa más externa es un lenguaje. Una persona que entra en un comercio electrónico hecho con un framework específico sabe qué botón es el de sumar un producto a la cesta, cuál es el de hacer zoom, y cuál el de ver los detalles del producto. En una cada web pública tienes que ver dónde está el trámite, dónde aparecen los detalles, de qué manera cumplimentar la fecha de nacimiento, o en qué sitio está el acceso a la identificación. Si hay unas reglas sencillas, una vez que las has aprendido, cualquier página nueva tendrá un manejo sencillo.
- Desarrollos más optimizados. Si un framework está optimizado (se hacen pruebas para ver qué botones o textos funcionan mejor, o qué tipo de imágenes se adaptan de manera más natural al móvil), la generalización de buenas prácticas se hace más rápidamente. Tendremos páginas más fáciles de usar más rápido.
- Mucha menos frustración. El deterioro del entorno de las webs públicas genera páginas en muchos casos no muy bonitas, ni manejables, ni entendibles. Esto hace que una predisposición generalmente mala (relacionarse con la administración) venga acompañada de cosas aún más negativas y, encima, como ciudadano, hecho con tus impuestos. Que probablemente nadie va a montar una revolución porque no sepamos rellenar un formulario, pero el sofoco no te lo quita nadie.
Los problemas de generalizar los frameworks de diseño en España
Si es tan bueno ¿por qué no se usa? Esta es la pregunta del millón, y no tiene una sola respuesta.
- Motivos institucionales. En España tenemos administraciones autónomas (CCAA, Ayuntamientos, la AGE), lo que quiere decir que pueden hacer, entre otras cosas, el framework que quieran. Podrían sumarse todos al mismo, pero realmente, la pérdida de no hacerlo no parece que acarree perder elecciones y la ganancia de hacerlo bien, algo puede ayudar. Chúpate esa, equilibrio de Nash
- Causas políticas. Las tensiones territoriales en España se han transformado en muchos casos en competencias para reforzar las AAPP. Esto hace que administraciones con gobiernos nacionalistas apuesten por reforzar tramos de modernización administrativa, como pasó en los años 80 con la Nueva Gestión Pública, o ahora con la eAdministración.
- Causas estructurales. En España hay muchas administraciones públicas con sus propios ritmos de contratación y unas necesidades organizativas que pueden interpretar que no un framework genérico puede no cubrir. Esta última no es tan importante, pero la primera (el ritmo a la hora de contratar, si que lo es para la siguiente)
- Causas tecnológica. Un framework de diseño requiere una tecnología común. Si antes hablaba de diferencias y ritmos a la hora de contratar, nos encontraremos con que casi cada administración tiene una arquitectura tecnológica diferente. Esto hace muy inútil la parte más interna del framework (cada solución tendrá sus propias librerías, recursos y demás) y muy difícil la externa (no todas las plataformas abordan las mismas funcionalidades de igual manera, y las actualizaciones no serán automáticas).
Es decir, para instaurar esto tendría que haber un acuerdo para integrarse, apuntar a ir todos a un ritmo común (y ambicioso), ordenar el ritmo de contratación y, finalmente, homogeneizar un parque tecnológico ingente. ¿Difícil?
Fallos generales a la hora de aplicar un framework de diseño para Administraciones Públicas
Creo que, realmente a la hora de aplicar los frameworks de diseño en las AAPP hemos tenido tres aproximaciones diferentes.
- Una capa por encima de todo. Este es el modelo del portal Administración.gob.es (PAG). En este caso se ha hecho una página web en la que se ha integrado (más o menos) información de todas las administraciones y trámites de una manera común. Como es una capa exterior, en el momento que salimos de ella para hacer un trámite ( la mayoría de las veces) volvemos al safari de webs
- La dictadura del framework-oriado. Una segunda opción es cuando una organización (generalmente una agencia digital) saca un portal web con un framework (¡bien!) pero se quedan con toda la web (actualización y subida del contenido, etc). Esto genera un cuello de botella importante a la hora de actualizar contenidos (enlaces rotos, páginas perdidas..) y servicios que directamente se sienten ajenos a la web que da cabida a su información
- Soluciones compartidas abandonadas. Otro modelo fue el de soluciones compartidas como por ejemplo el portal de transparencia genérico que se ofrecía (y se ofrece) a diferentes administraciones locales. En estos casos hemos encontrado casos de abandono (total o práctico al no tener actualizaciones) o diseños muy por debajo de lo que ofrece el mercado. No puedes ofrecer como solución pública a la hermana pobre del mercado.
Conclusiones
Hay iniciativas que personalmente me gustan mucho en el uso de Frameworks en España, como es el caso de Aragón o Castilla y León. Sin embargo, creo que deberíamos ser mucho más ambiciosos respecto a lo que podemos ganar con una aproximación común. Por otro lado, no creo que sea imprescindible tenerlo, aunque sí sería enormemente conveniente para confrontar los problemas que tenemos en modelos de evaluación internacional como el DESI o el de Naciones Unidas.
En todo caso, creo que la oportunidad de los fondos europeos y la creación de la Agencia de Administración Digital son una gran oportunidad para empezar a trabajar sobre este tema. Evidentemente, los problemas no serán menores, pero iniciativas como la plataforma de intermediación de datos nos han mostrado que cuando una aproximación compartida se ha ofrecido mejoras sustanciales, ha triunfado.
1 comentario en «¿Qué es un framework de diseño y por qué las Administraciones Públicas lo necesitan?»
Llevo 20 años precisamente en aragon.es y entiendo perfectamente todo lo expuesto en el artículo, y lo subrayo. A veces pienso que lo que se busca es un elemento diferenciador, algo que no tiene explicación, pero es, a la vez que es paradójico si ocurre en la misma admon. Y ahí, como elefante en cacharrería, se mezcla todo (conceptualización, diseño, arquitectura de la información, desarrollos…) resultando ese safari insufrible. Hablo más del pasado, ahora se ha mejorado mucho, pese a las muchas patas que todavía cojean, pero que para eso estamos, para provocar e impulsar el cambio continuo