Hace unos días organicé, como profesor en el master de la UOC en el que doy clase, un debate entre los alumnos. Para mi es una de las mejores actividades porque mi autolimitación a no participar me da tiempo para pensar sobre lo que se dice y lo que no se dice. En este caso, el debate que planteaba se centraba en este artículo de Emilio García García (que ya pasó por aquí) sobre la estrategia digital de la nueva Comisión Europea en un momento en el que parece que esta dobla la apuesta por una Sociedad de la Información europea ante la carrera entre China y EEUU por el liderazgo tecnológico. Es hora de hablar de servicios públicos digitales instrumentales.
Las políticas de SI en la UE: hacia un mercado único
Un tema evidente es que la UE trabaja especialmente a gusto en lo que son términos relacionados con los mercados. En este caso, la necesidad de crear un mercado digital único ha sido sobrevenida, y no sencilla. Desde la desaparición del roaming a la deslocalización de los servicios de streaming del país en el que se factura, hemos visto esfuerzos por eliminar trabas internas, lo que sería un primer pilar.
En esta nueva etapa parece que nos centramos en dos cuestiones: cerrar los poderes paralelos extranjeros que operan en Europa y crear una capacidad operativa interna para regularlo. Esto sería la metáfora del Leviatán (una piel escamada y dura) que impide que otros actores gestionen la esfera digital, bien sea por su supremacía tecnológica (IA, 5G), bien sea por un contenido con mejores cuotas de consumo (plataformas digitales estadounidenses). Se pretende así regular comportamientos que amenacen a la integridad europea, reducir resquicios legales que potencien ventajas competitivas injustas (impuestos en paraísos fiscales) y ayudar a las empresas digitales europeas.
La inevitable política liberal de la UE.
Podríamos decir que estas acciones son las que corresponden a un estado netamente liberal. Un mercado único y que, a la vez, permita asegurar el control de las amenazas externas y crear las condiciones para que el mercado crezca. Muchos podrán decir que la UE tiene una vocación o intención liberal. Esto es un tema que se escapa de mi conocimiento. De lo que estoy seguro es de que la UE no puede hacer mucho más que esto.
La UE se encuentra con una sociedad que difícilmente puede considerada cohesionada y con pocas opciones de intervenir directamente. Es decir, por un lado, tenemos en el mismo «mercado digital» a Holanda y Rumanía con niveles de consumo digital muy diferentes. Por otro, no tiene apenas comeptencias para ofrecer servicios públicos a la ciudadanía que pueda generar algún tipo de reequilibrio o liderazgo.
Los servicios públicos digitales generan el cambio.
Las políticas de eAdministración juegan un papel importante en dos niveles.
- Por un lado, potencian o impulsan la Sociedad de la Información mediante la aceptación y generalización de la tecnología como recurso activo. Si hay más empresas que hacen trámites on line, es posible que salten a hacer otras cosas en el plano digital.
- Por otro, permiten plantear políticas o acciones que reequilibran (o deben reequilibrar) la sociedad. La redistribución de recursos y la planificación de políticas puede reducir la brecha social.
Pues bien, como decía, la UE, o mejor dicho, su gobierno, tiene que hacer una sociedad digital sin poder contar con estos recursos, dado que, por el principio de subsidiariedad, no es posible ofrecer muchos servicios o políticas que puedan hacer gobiernos más próximos. Es decir, tenemos un problema a la hora de que la Comisión pueda dirigir la Transformación Digital de la sociedad mediante políticas directas, quedando en manos de gobiernos con distintas capacidades e intereses este instrumento necesario.
La importancia crítica del servicio público digital como elemento de cambio
Ahora diréis mucho que si esto sigue siendo un blog de Administración electrónica. Pue si. De hecho, toda esta reflexión nos lleva a afirmar una cosa: no es posible crear una sociedad civil digital sin unos servicios públicos digitales coherentes. Esto es lo mismo que pasó con la creación del Estado contemporáneo y la creación de servicios públicos.
Esto funciona tanto a niveles macro, como el de la UE como a niveles micro en el plano local o autonómico. Este papel instrumental de la eAdministración es importante y, a tenor de cómo avanza la sociedad de la información en Europa, posiblemente necesario.
Es decir, para crear una sociedad digital parece importante (si no imprescindible) que las administraciones públicas generen servicios públicos que dinamicen y equilibren la sociedad a la que sirven. Esto significa que cuanto más eficaces y mejores sean los servicios digitales, y más profunda sea la Transformación Digital de la Administración, mayor capacidad tendrá de dirigir el cambio social. Si queremos llegar a esto tenemos que empezar por los servicios públicos digitales instrumentales.