Como si esto fuera una empresa del IBEX presentando resultados, al inicio de julio este blog cumple años y me gusta hacer una pequeña revisión de lo que ha pasado en general. Parece mentira, pero ya van 9 (acercándonos a la década) con este blog, aunque hay que decir que ha sido un año especial por muchísimos cambios… Así que voy a aprovechar para recuperar un poco lo que ha pasado.
El año de los cambios: Analítica Pública como diversión
Este año ha tenido un cambio que ha sido muy importante en el ámbito personal. En septiembre me integré en Gobierto para llevar la herramienta de contratación pública en la que llevábamos trabajando de una manera u otra dos años. Esto es un cambio importante para alguien que se ha tirado casi 10 años trabajando a su bola, pero la verdad es que es algo que estoy disfrutando y que me ayuda a crecer, aprender y hacer muchísimas cosas.
Lógicamente esto ha tenido un impacto en el blog. Por un lado, solo puedo escribir cuando encuentro tiempo y fuerzas, lo que, con un poco de suerte, puedo hacer un par de veces al mes. Me gustaría escribir más, pero no puedo decir que el trabajo no me absorba, y que sacar un rato me lleva quitarle tiempo a otras cosas. Quizá podría hacer cosas más pequeñas o más cortas, pero lo cierto es que creo que es mejor hacer unos pocos artículos que aporten algo que sacar cualquier cosa a riesgo de que un foro como este pierda la calidad que siempre me he exigido y que las personas que han participado han mantenido en cada ocasión.
Eso no significa que haya dejado de escribir: en el blog de Gobierto escribo habitualmente, pero lógicamente, muy centrado en la contratación pública, lo que resulta enormemente divertido porque, para mi, la mejor manera de aprender es escribir.
Caminando en el eGobierno… un hueco más personal y macarrilla
Eso sí, aprovechando este cambio de tiempos y demás, decidí retomar el newsletter del blog, caminando en el eGobierno. Nunca supe muy bien qué hacer con este newsletter pero la cantidad absurdamente grande de gente suscrita (cerca de 2000) me suponía una pequeña exigencia. Este grupo de gente se ha tomado la molestia (y la confianza) de dejarme sus datos de contacto (muchos dos veces, después del RGPD) para que les escriba y lo justo es corresponder. Así que decidí dejar este espacio para escribir artículos que quizá están menos documentados y trabajados, pero en los que dejo una pequeña reflexión personal sobre los temas que tocamos en el blog.
Para mí es un gustazo escribir el newsletter, más ahora que lo hago en Substack en lugar de ese suplicio que es Mailchimp. Es un espacio en el que no me obligo a documentarme y redocumentarme y en el que trato de dar un toque personal que puede interesar a la gente que muestra interés en lo que hago. El resultado, la verdad, es que no podría ser mejor: más de 1200 personas abren el correo (¡!) y algo que se había perdido, como la interacción en los blogs a golpe de comentario, si se da en este entorno.
Trato de escribir el newsletter una vez al mes y creo que es un trabajo del que estoy muy orgulloso y que, además, me divierte: hablar de las Kardashian, el Señor Miyagi, Star Wars, las videoconsolas, etc para explicar cosas que se me ocurren, y hablar con la gente de estas ideas es un gustazo que te hace sentir privilegiado.
Si te interesa, aquí te puedes apuntar.
De malware y fracasos
Otras cosas que han pasado este año es que en agosto me etiquetaron como Malware… bueno, no a mi, sino a analiticapublica.es. Esto fue un horror: la mayoría de operadoras en España no permitían el acceso al blog. Después de buscar y perseguir servicio por servicio todos los que me habían catalogado, conseguí salir de todas esas listas. Tampoco es que hubiera pruebas o explicaciones: en la mayoría de los casos decían que sus algoritmos lo habían considerado un sitio de riesgo y que al decirles que yo no era la mafia ni nada, pues que me perdonaban. El caso es que esto es como tener antecedentes: a la más mínima, vuelves a la casilla de salida.
En todo caso, esto, junto a mi paso a Gobierto, me llevó a migrar el dominio en diciembre a sergiojimenez.net. Me da pena, pero, por un lado, esto ahora es un espacio personal y, por el otro, me he quitado esa sospecha. En el lado malo: Google se ha tomado la friolera de 6 meses de reindexar todos los posts, pero por fin está. El segundo coste, es el fin de las invitaciones al blog: me da muchísimo pudor invitar a alguien a escribir en un dominio con mi nombre. Además, al enésimo plantón (y disgusto, para que negarlo) decidí que no me compensaba lo que me dolía abrirle las puertas de mi casa a alguien y que me dejara colgado, la mayoría de las veces, por silencio administrativo.
El fracaso de la enciclopedia del fracaso digital.
También puede que recordéis que por estas fechas el año pasado estaba preparando la Enciclopedia del fracaso digital que, haciendo honor a su nombre ha fracasado. Hay dos motivos. Por un lado, si no tengo tiempo para el blog, tengo aún menos tiempo para hacer un trabajo como requiere este proyecto. Decir que algo es un fracaso, aunque necesario, requiere sensibilidad y rigor, y ambas cosas supone muchas horas de trabajo.
El segundo componente es que en mi afán de hacer algo abierto y participativo no exigí crear usuarios o login para subir contenido. Como consecuencia, la wiki se lleno de contenido Spam en unas semanas. No descarto volver, creo que es un trabajo muy útil y necesario, y que se debe tratar de manera normal, pero prefiero dejar suspendido todo a tener el espacio hecho unos zorros.
Y… ¿de qué he escrito?
Pues me parece que hace mil años, pero vamos a hacer un pequeño repaso. Por un lado empecé este noveno año contando el observatorio de gobierno abierto que desarrollé para las diputaciones de Gipuzkoa, Castellón y finalmente para la FEMP. Un proyecto bastante chulo y sencillo para encontrar buenas prácticas en esta disciplina. Luego vinieron algunos artículos ya próximos a la contratación pública y un pequeño trabajo de predicción de uso de Clave que fue uno de los primeros pinitos de ciencia de datos aplicada a este tema.
También dediqué un poco de tiempo a hacer mapas de contenidos para elaborar estrategias y, sobre todo, un artículo con cierto éxito acerca de decisiones estratégicas y tácticas. También recupere a mis queridos anoigócratas para hablar, en este caso, de cómo pueden conseguir que la eAdminsitración sea algo útil.
Luego ya hablamos de cosas como los estados de la transformación digital, los buscadores internos (que casi nunca funcionan en las webs públicas), la Transformación Digital en Países Bajos o lo que hace falta para que la Ciencia de Datos entre con fuerza en las AAPP. Luego traté el lamentable error de cómo gestionan las AAPP la información sobre sus organigramas (adivinasteis, con PDF), o de la necesidad de impulsar la autonomía en el uso de servicios públicos digitales.
Uno de los seriales divertidos del mundillo fue la Agencia de Administración Digital, y le dediqué un par de artículos acerca de qué sabemos de esta fórmula organizativa y lo que hace falta para que triunfe. Más recientemente hablé de frameworks de diseño, los KPIs y, temas más orientados a servicios como la documentación, la atención al usuario o patrones oscuros de diseño. El próximo lo tengo en mente, pero aún no me he puesto.
Y se han pasado por aquí.
Aunque ya no busco colaboraciones (si alguien quiere pasarse, es más que bienvenido, basta con escribirme), algunas personas han escrito por aquí, como por ejemplo David Bueno Vallejo para hablar de cómo hacer Málaga una Smart City, Mauro Iker Vadivielso, que nos habló de cómo las Apps nos quitan capacidad de elección de qué tecnología usar, Matilde Castellanos de los paraqués de la innovación, David Pastor, sobre la calidad de las Oficinas de Atención en Materia de Registro, Pilar Moreno de la integridad y el gobierno abierto y Enrique Benitez, para hablar de la digitalización de las AAPP.
Un gustazo contar con gente tan buena que hace que este blog siga siendo algo más o menos interesante que vale la pena alimentar.
Y esto es todo. Muchísimas gracias por estar aquí (no me refiero a llegar al final de este bodrio, sino a estar aquí después de 9 años). Espero tener algo que aportar para llegar, por lo menos, al de 10.
Un abrazo.
Sergio
